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Actores/Actrices

Anthony Hopkins.

La vida de Judy Garland fue tan estelar como dolorosa e inestable. Comenzó, como en tantos casos, como una joven promesa cuyos padres decidieron que sería famosa a cualquier precio. Nacida como Frances Ethel Gumm, primero formó parte de un conjunto de vodevil con sus hermanas llamado precisamente “Las hermanas Gumm” para luego pasar a ser “entregada” a la Metro Goldwin Mayer. Efectivamente, Louis B. Mayer, presidente de la productora, era un hombre sumamente poderoso del imperio hollywoodense de entonces y, como se aprecia en el film, tuvo conductas abusivas contra ella, así como también las tuvieron otros miembros de la productora. El hecho de que la estructura narrativa del film tome el año de muerte de la celebrity y lo conecte con los flashbacks de su pasado, sin duda establece una lógica causal que pone en relación su estado al final de su vida con sus comienzos. Sin dudas, como se refleja claramente, de lo que se trata es, en gran parte, del inicio de sus adicciones que se ubica en ese momento de su pasado y devela la otra cara del Hollywood dorado que se veía en las películas. Muchas historias se refieren al ocaso de las estrellas (tal vez el ejemplo por excelencia sea Sunset Boulevard (B. Wilder, 1950)) y muchos casos de niños precoces en la historia del cine, en general con problemas de adicciones y sufrimientos desde muy pequeños.

Pues en la historia real de Judy Garland nada de esto se encuentra ausente y Zellweger la representa con cada extremo de su cuerpo. Se trata sin dudas de una actriz de renombre que no es ajena a este mismo universo. Nació en el sur de los EEUU, más precisamente en Texas, y fue creciendo hasta lograr ser una actriz muy celebrada y de las mejores pagas de la industria. Trabajo en films que tuvieron, en muchos casos, un gran número de espectadores y el visto bueno de la crítica, como con Persiguiendo a Betty (Nurse Betty, Neil LaBute, 2000), Jerry Maguire con Tom Cruise (Cameron Crowe, 1996), Cosas que importan junto con Meryl Streep (One true thing, Carl Franklin, 1998) y la saga de Bridget Jones (Sharon Maguire, 2001) o la Roxie Hart de Chicago (Rob Marshall, 2002).También fue reconocida en Cold Mountain (2004, A. Minghella), en la que obtuvo también premios como el Oscar y Globo de oro entre otros, como mejor actriz de reparto. Actualmente, se encuentra en la misma situación, pero, en esta instancia, los premios son unánimes y por mejor actriz principal. Se trata de una suerte de renacer para una figura que venía un tanto alejada de su profesión en los últimos años y de la que se hablaba más por sus intervenciones estéticas que por sus actuaciones. Sin embargo, aquí la fragilidad de una mujer que va perdiendo todo, que debe partir a Londres para participar en shows musicales porque ya no la contratan en su país (la carrera de Garland viró a la música y no volvió al cine), traspasa la pantalla creando una enorme empatía por una mujer que se casó cinco veces, que lucha hasta el cansancio por conservar a sus hijos más pequeños con ella y que se volvió un ícono de la comunidad LGTBI, lugar que ocupa hasta nuestros días.

Lo que queda del día

FOTOGRAMAS

Momentos de una carrera

El hombre elefante

David Lynch
1980

El silencio de los inocentes

Jonathan Demme
1991

Lo que queda del día

James Ivory
1993

Tierra de sombras

Richard Attenborough
1993

Los dos papas

Fernando Meirelles
2019

El padre

Florian Zeller
2020

Trabajos

Jerry Maguire (Cameron Crowe, 1996)

Resulta orgánico y efectivo el terceto compuesto por Renée Zellweger, Cuba Gooding Junior y Tom Cruise como el mismísimo Jerry Maguire. Se trata de un miembro de una agencia que se dedica a promover deportistas, y que al tener una suerte de crisis de conciencia es despedido de la misma. Se trata entonces de recomenzar, y emprender su carrera como agente de un jugador, en principio menor, de fútbol americano. Un camino del héroe que demostrará que el sueño americano, con corazón, es posible. Pero no lo hará solo, y es aquí donde surge el verdadero romance, por más que él ya se encontraba en pareja.  El verdadero amor nace a partir del acompañamiento cálido de una mujer, viuda y madre de un niño encantador. Ella es Dorothy Boyd (claro, Zellweger), la secretaria de la agencia (la única) que parte con él a la aventura. Tanto por la relación de amor entre ellos (con la famosa frase “you complete me”), por sus hoyuelos cuando sonríe (como los de su hijo en la ficción), la relación con su hermana divorciada Laurel (Bonnie Hunt) con quien convive (con ella y con el grupo de mujeres divorciadas que allí se reúne), la gente la recuerda por haberle otorgado así cierta identidad a un film hecho dentro de los cánones del cine americano de industria.

De este modo, si bien Renée Zelweger no era ya una actriz novata, adquiere una gran notoriedad.

Persiguiendo a Betty (Nurse Betty, Neil LaBute, 2000)

Película menos conocida de la actriz pero que presenta ya su ductilidad para la comedia. Protagonista de una vida rutinaria e infeliz como moza de un bar de Kansas, que en realidad sueña con ser enfermera, casada con un hombre que les infiel pero que además es un peligroso, se refugia en la televisión. Más precisamente, en una novela de cuyo galán se enamora. Una comedia que se sumerge en el delirio y la encuentra envuelta en un policial con dos asesinos a sueldo (Morgan Freeman y Chris Rock) que matan a su marido y la obligan a escapar. Sin dudas, lo mejor de la película es la actuación de Zellweger, trabajo por el que es premiada con un Globo de Oro como mejor actriz.

El diario de Bridget Jones (Sharon Maguire, 2001)

 Basada en el popular libro Bridget Jones’s Diary de Helen Fieldin, fue la oportunidad para Zellweger de seguir mostrando su versatilidad y gracia. Si bien en un principio generaba resquemores en el público inglés que una actriz norteamericana ocupara el lugar de la célebre Bridget, luego de verla sería difícil imaginar a otra. Para poder encarnarla, subió de peso y se convirtió en la chica soltera de 32 años a la que las cosas se le suelen complicar, lo que permitió identificaciones que la alejaban de los estereotipos de perfección femenina. Torpe, arrebatada, enredada en las expectativas de sus padres y sus propios deseos de enamorase, dejar de fumar y bajar de peso, planteaba las irregularidades de una mujer a la que no le resulta fácil coincidir con los mandatos sociales para una adulta. Sin dudas la película gira alrededor de ella, que se debate, en una estructura de triángulo amoroso entre un manipulador Daniel Cleaver (Hugh Grant) y un serio y noble abogado Mark Darcy (Colin Firth). Luego del éxito de esta primera parte, vinieron dos más como continuación de la saga: Bridget Jones: Al borde de la razón (Bridget Jones: The edge of reason, 2004) y la última, El bebé de Bridget Jones (Bridget Jone’s baby, 2016), todas de la misma directora.

Judy Garland

El mago de hoz (The wizars of Oz, Victor Fleming, 1939)

Este clásico de clásicos es el film emblemático de la estrella en el estudio Metro-Goldwyn-Mayer, en el que trabajó junto con Frank Morgan.  Una película que se muestra en un mundo de tinte maravilloso y musical, filmada en Technicolor. Es considerado un film de culto que pertenece al acervo histórico cinematográfico. Sin embargo, como vemos en Judy, el rodaje fue un suplicio para la joven Garland, que era controlada, explotada y obligada a no subir de peso, porque además debía representar una niña de menor edad de la que realmente tenia. Para mantenerla activa y productiva en la filmación, le eran suministrados anfetaminas y somníferos para que pudiera dormir por la noche. De este modo, este mundo ensoñado adquiere un tono pesadillesco y devela la otra cara de estas grandes corporaciones que ofrecían, paradójicamente, otros mundos felices posibles.

Nace una estrella (A star is born, George Cukor, 1954)

 Esta historia sobre un célebre actor que cae en las garras del alcohol y ayuda a una cantante sigue en vigencia a raíz del gran número de A star is born versiones que suscitó. La más reciente de ellas fue la interpretada por Lady Gaga y Bradley Cooper, que se trasladó al mundo real con un enorme número de conjeturas sobre una supuesta historia de amor entre ellos. En cualquier caso, la versión de “Shallow” que interpretaron en vivo en la entrega de Oscar 2019, tema del exitoso álbum original del film, fue un momento destacado de la misma y obtuvo el reconocimiento a mejor canción original. Esta tercera versión de la película fue dirigida por el mismo Cooper y obtuvo una gran cantidad de nominaciones y reconocimientos. La original o primera versión es del año 1937, de William A. Wellman y Jack Conway, no posee la cuota musical y sus interprete son Janet Gaynor y Fredric March. Si bien la actuación de Gaynor fue valorada, el gran reconocimiento a la capacidad de profundizar dramáticamente el personaje de la cantante fue sin duda a la caracterización de Garland, que fue acompañada por James Mason. Se trató además de una oportunidad para la artista de mostrar también su talento musical, como lo requería esta versión. Sin dudas en el mismo sentido fue elegida, para la película de 1976, una también reconocida cantante (y actriz) como Barbra Streisand y junto con ella también el cantante Kris Kristofferson.
Ésta fue dirigida dirigida por Frank Pierson y fue la más orientada al musical.

El juicio de Núremberg (Judgment at Nuremberg, Stanley Kramer, 1961)

En un registro distinto al musical y la historia de amor, este film, como su título lo expone, reconstruye el juicio llevado a cabo en 1945 contra criminales de guerra nazi por parte de los aliados. Se narra a partir de un juez estadounidense que ya se encuentra retirado y es convocado para presidir el mismo. Se ponen en el tapete cuestiones éticas y morales respecto a las responsabilidades civiles del pueblo alemán, la violencia hacia el mismo a través de la eugenesia, entre otros temas. En un reparto tanto americano, con figuras como Spencer Tracy, Montgomery Clift y Burt Lancaster como europeas como Marlene Dietrich, Maximilian Schell y Rudolf Petersen. Judy Garland encarna aquí al personaje de Irene Hoffman (de nombre real Irene Seiler), una testigo que declaraba en relación al conocido como caso Katzenberger, en el que un hombre judío, propietario de negocios familiares y dirigente de la Organización Cultural Judía de Núremberg, Lehmann Karzenberger, es sentenciado a muerte por haber sido acusado de tener una relación impropia con una mujer aria. Esto estaba prohibido por la Ley de protección racial y el líder judío es guillotinado en 1942, lo que fue visto por muchos historiadores como R. Hilberg en su célebre y respetada tesis publicada como La destrucción de los judíos europeos, como una deliberada voluntad de romper cualquier tipo de cercanía entre alemanes y judíos alemanes para evitar cualquier posibilidad de ayuda o empatía hacia ellos.

Por su parte, Garland fue nominada al Oscar y al Globo de Oro como actriz de reparto por este trabajo.