Barbie

El estreno de Barbie fue un cimbronazo para la cartelera internacional. Una producción diferente, de gran inversión por parte de la Warner Bros y de la propia fábrica de juguetes creadora de la muñeca, Mattel. Desde la directora, Greta Gerwig (Lady Bird, Mujercitas) se buscó un sello diferente al típico producto mainstream, dado que es asociada con el cine más “indie”, autoral, en el que es también guionista, y a una visión feminista que siempre manifestó. Estas asociaciones no se deben sólo a su labor como directora sino además como actriz y guionista, también con su marido Noah Baumbach (Los Meyerowitz, Historia de un matrimonio) como en Frances Ha y Greenberg en las que trabajaron juntos y ocupó ambos roles: actriuz y guionista. Con Barbie vuelven a trabajar juntos para la escritura de un guión en el que ponen a convivir, filmados en escenarios reales, la tierra de Barbie, Barbieland, con un diseño de arte sin profundidad de campo,  decorado de tipo teatral, de maqueta o mejor dicho de juguete y las imágenes del mundo real que contrastan con ella, fruto del diseño que se debe a la diseñadora de producción Sarah Greenwood (Orgullo y prejuicio, Expiación, deseo y pecado, Las horas más oscuras) y la decoradora Katie Spencer .

Los personajes, encarnados por Margot Robbie, que es también productora (El lobo de Wall Street, Yo soy Tonya, Había una vez en Hollywood) y Ryan Gosling (The believer, Diario de una pasión, Triste San Valentín, La la land), fueron fundamentales para hacer posible está singular propuesta, contada a través de la voz narradora de Helen Mirren. De enorme recaudación, éxito absoluto de taquilla, la película más económicamente redituable dirigida por una mujer, producto de marketing directo en la publicidad de las muñecas (que hoy habían quedado en otra época), vestidos y accesorios y homenaje a la creadora, Ruth Handler (hasta salió a la venta una nueva, la barbie rare a partir de su lugar en el film). Pero también se repite mil veces patriarcado, se discute sobre el rol del hombre y el de la mujer (con el ineludible discurso final de corte pedagógico de la madre que viaja con su hija a esas tierras), se parodia a los empleados y jefe de Mattel (el comediante Will Ferrell a la cabeza), con una suerte de gesto pop (y además con mucho color rosa) de autoconsciencia y autocrítica que es a la vez un negocio redondo, una oda al artificio con algunas citas cinéfilas poco frecuentes en el tipo de películas a las que se supone pertenece como el principio con Odisea en el espacio. Por supuesto, las críticas y alabanzas no paran de llegar, y volverán con su reestreno. Que se trata de un vaciamiento a través de lo comercial políticamente correcto, que es puro pink wash (lavado de cara rosa) y/o woke (sesnsibilidad sobre temas referidos a cuestiones raciales y de justicia social, hoy usado por algunas personas de forma despectiva).

Por otro lado, que es loable intentar construir otro sentido común en el ámbito de lo masivo, y tantas otras cosas pero tal vez por todo esto se trata de un acontecimiento extra-cinematográfico del año.  La escena definitoria de la película, para la propia directora y protagonista, que quisieron borrar desde Mattel, contenía todo el sentido del film, la de Barbie junto a la señora a la que le dice que es hermosa. La mujer es la diseñadora de vestuario Ann Roth, de 91 años en ese momento, y lo que se privilegia es la nueva noción para Barbie sobre el lugar de la experiencia y el paso del tiempo.

Ganadora por diseño y película más taquillera en los Globos de Oro. En los Critics Choice Awards fue galardonada como mejor comedia, guión original, canción, y diseño de producción, vestuario, peluquería y maquillaje. Una de las “polémicas de la temporada” es el hecho de que no estén nominadas ni Margot Robbie ni Greta Gerwig a los Oscars 2024, lo que provocó quejas del elenco y otras personas de la crítica e industria. El propio Ryan Gosling volvió a recalcar que no hay Ken sin Barbie. Sin dudas, una película que toca, de una forma u otra, debates muy actuales y cuestiones menos zanjadas que lo que podía creerse.